viernes, 25 de febrero de 2011

"EN EL PATIO CABALLOS" (Artículos de opinión e investigación, por Juan Fernández)

LA ANTIGUA DOLOROSA TITULAR DE LA COFRADÍA DE LA VERACRUZ.

En el año 1942, al reorganizarse la serísima hermandad de la Veracruz en la Iglesia de San Alberto y en ausencia de la primitiva Virgen, se encargó realizar una nueva Dolorosa a Antonio Illanes, siendo nombrado por ello Hermano de Honor. La imagen fue fruto de la inspiración del autor, tomando como modelo a su esposa Doña Isabel Salcedo. El había realizado un boceto que presentó a los hermanos y, complacidos con la idea, procedió a realizarla, cobrando por ella la cantidad de 2.500 pesetas.

Pero tratemos de aportar algo de luz al discutido paradero de la antigua Titular de la hermandad franciscana. Unos apuntan que se trata de la que actualmente se encuentra en el Altar Mayor de la Iglesia de San Alberto, de los padres filpenses. Se trata de una extraordinaria interpretación de la Dolorosa, de una categoría y empaque sublimes. Muy posiblemente estemos ante una de las más grandes tallas marianas que se veneran en la ciudad de Sevilla. Esta espléndida imagen de candelero para vestir,arrodillada y con las manos entrelazadas, presidía el retablo como titular de dicho templo, y si bien la mayoría de obras que se encuentran en éste, se corresponden con efigies de Duque Cornejo, debe vincularse a la gubia de algún miembro del taller de Pedro Roldán,quien debió realizarla entre 1699 y 1711. La expresividad del rostro presenta relación con otras vírgenes sevillanas atribuidas al obrador, como la Virgen de la Amargura o la Esperanza Macarena. También guarda relación con la Virgen del Mayor Dolor de Jerez de la Frontera o las Dolorosas de los retablos sevillanos del Sagrario y la Santa Caridad.

Otros,apuntan que la antigua Virgen fue destruída por un incendio, siendo posiblemente esta talla obra del escultor Amaro Vázquez,al aparecer el nombre de este imaginero en el Archivo de la Hermandad, siendo además, hermano de la Vera Cruz de Sevilla.

Por último se señala también la posibilidad de que la primitiva Virgen pasaría por ser una actualmente en propiedad desde 1996 del escultor sevillano D. José Hernández León. Se trata de una magnífica talla de rasgos maduros y de dolor y angustia severos, atribuida con bastante fundamento por Teodoro Falcón al escultor dieciochesco José Montes de Oca y policromía por tanto de su colaborador,el pintor y dorador Juan Francísco de Neira. Fue comprada por un anticuario, Andrés Moro, que la adquirió del Convento de Santa María de los Reyes (Las Descalzas), sito en la calle Santiago y para quien fue realizada, cuando la comunidad de religiosas lo abandonó.

En el cenobio, la Dolorosa recibía culto en un retablo colateral de la iglesia labrado por el entallador Manuel García de Santiago, por desgracia perdido hace escasos años debido a un incendio fortuito.Para "El Moro", esta efigie mariana fué un auténtico fetiche del que nunca se quiso desprender. A su muerte, sus herederos la pusieron a la venta y, según cuentan testigos de la época, mandaron ponerla en actitud estante, ya que su primitiva postura era genuflexa.

Desnuda y cubierta la cabeza con una mantilla, permaneció la Virgen en la mencionada tienda de antigüedades de la Calle Cabeza del Rey Don Pedro,hasta que tuvo lugar la Exposición Mariana que celebraba el patronazgo de Sevilla de la Virgen de los Reyes,celebrada en 1996 en los Reales Alcázares de Sevilla, momento en que es adquirida por un precio ínfimo para su valía por el imaginero sevillano Manuel Hernández León.

Antes de su adquisición, Luis Becerra, organizador de la mencionada exposición, la ofreció a las Cofradías del Gran Poder, La Vera Cruz y Las Siete Palabras, pero todas ellas se negaron a adquirirla. Varias Hermandades foráneas han intentado comprar esta joya, sin embargo el propósito de Hernández León es que la Dolorosa se quede en Sevilla.

Orfebrería VILLARREAL

Ahora se cumple 55 años de la creación de la sevillana Orfebrería Villarreal, por Manuel Villarreal Fernández 1954.

Tras su fallecimiento en 1965, continuó su actividad y quedaron al frente de la misma D. Francisco Mateos Rubio y D. Francisco del Toro Plaza. En la actualidad es el Hijo del Fundador, D. Francisco Villarreal Reina, el que dirige la empresa junto con sus colaboradores.

Han realizado trabajos para Hermandades y Cofradías de toda España, ha trabajado mucho para Hermandades de Huelva, para las Catedrales de Sevilla, Málaga, Jaén y la Almudena de Madrid, el Rocio de Almonte y para el extranjero en Roma, Bruselas, México entre otros.

En estos momento no suenan mucho por nuestra ciudad, pero a principio de los ochenta, un grupo de "majaras" comenzaron a confiar en ellos con mucha razón. Hablo de la añorada Cruz de San Francisco, realizando toda la orfebrería en este señero taller sevillano.


En la foto podeis ver el paso completo tal cómo dejó de salir en 1986, con los 4 maravillosos faroles (dos de ellos lo podeis contemplar actualmente en la Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza), cantoneras e inri de la cruz y los 4 broches de los faldones. En la foto podéis ver a un servidor, con 6 años, de mini terno negro delante del paso. (Observar también al Tony de Huelva a la derecha de la imagen con pantalón beige y a mi padre en el centro de la misma con camisa blanca). Un recuerdo imborrable de esos años pese a mi corta edad y el motivo por la que le tengo tanto apego a estos artistas del cincel, ya que eran los que más sonaban en mi niñez por nuestro entorno.

Después fueron varias las cofradías de nuestra ciudad la que realizaron sus encargos, teniendo muchos enseres de Huelva, la firma de Orfebrería Villarreal.

jueves, 17 de febrero de 2011

"EN EL PATIO CABALLOS" (Artículos de opinión e investigación, por Juan Fernández)

MUJERES NAZARENAS

Reciéntemente se cerraba de forma definitiva en Sevilla el mal llamado problema de las mujeres nazarenas. Las tres cofradías que aún negaban en sus reglas hacer Estación de Penitencia a las mujeres, El Silencio, La Quinta Angustia y El Santo Entierro, eran obligadas a levantar el veto. Son muchos los que se rasgan hoy las vestiduras ante tal decisión, auspiciada por un Decreto del Arzobispo de Sevilla Monseñor Asenjo. Yo ante esto no me postularé ni a favor ni en contra, simplemente diré que la burocracia cofrade, es un tema que sencillamente me aburre.


Pero para los que hablan de tradición rota,que es impensable que El Silencio saque mujeres en su cortejo o que se desvirtúa el sentido de la Estación de Penitencia, les refrescaré la memoria, con un poco de historia. Destacados historiadores de la religiosidad popular aseguran que la presencia de la mujer en los cortejos de las cofradías no sólo no era algo excepcional, sino incluso habitual en algunas cofradías, al menos en la Sevilla de mitad del XIX.

Por su parte,Eustaquio Ilundain y Esteban, Cardenal Arzobispo de Sevilla (Pamplona 1862-Sevilla 1937) ocupó la Sede Hispalense en 1921, donde permaneció hasta su fallecimiento. La polemicidad sobre el Cardenal Ilundain en lo cofradiero, se refiere principalmente a sus actuaciones con respecto a las hermandades.

Así,para comprender esa animosidad en contra del prelado, nos trasladaremos a 1929, un año de exaltación en la Sevilla Cofrade. En especial,los conflictos llegaron en sus decisiones para con la hermanad de La Macarena, en la que nombraría una Comisión Administradora encabezada por D. José Sebastián y Bandarán cuyo fin era "encauzar la vida y gobierno de la Hermandad".


Como si esto no fuera poco, en 1929 el Cardenal emite un Decreto,remitido por carta a todas las hermandades, en el que se especificaban unas prohibiciones por los "abusos" que ocurrían en las procesiones de Semana Santa.Entre ellas destacaba la negativa al cante de Saetas, el parar los pasos a petición exprofesa, o que el Viernes Santo no hubiera procesiones entre las nueve de la mañana y las primeras horas de la tarde. Todas las cofradías debían de estar recogidas antes de las nueve, a excepción de la Esperanza de Triana, que por su largo recorrido se le permitía recogerse a las 10.

Uno de los puntos además que trataba era el de la prohibición de que las mujeres participaran en las procesiones de Semana Santa, pudiendo sólo llevarlas aquellas cofradías que tuvieran una tradición de mas de 30 años en tenerlas en sus cortejos y sin poder superar el número de 40 participantes.

Por tanto, la existencia de mujeres nazarenas en los cortejos sevillanos ha sido siempre normal y secular,por lo que el único periodo sin mujeres nazarenas han sido los cincuenta y ocho años que median entre 1929 (Decreto del Cardenal Ilundáin) y 1987 (salida de hermanas nazarenas en la Vera-Cruz o San Esteban,si bien en 1986 ya lo hicieran en Los Javieres).

Además, a aquéllos cofrades que se las dan de cierta raigambre en esto del postulado cofradiero, les invocaría a que se leyesen la Historiografía de las Cofradías de Sevilla, de Félix González de León (1851), donde se certifica que en la Hermandad del Silencio, ya en la segunda mitad del siglo XVIII, de los 600 miembros del cortejo,300 eran mujeres “con cera de a libra”. Con anterioridad al año 1940, la presencia de hermanas en la estación de penitencia era un "hecho cierto". Esta archicofradía conserva en su vasto archivo papeletas de sitio expedidas a nombre de dichas hermanas,las cuáles se situaban en tramos de vela,eso si,sin vestir la túnica, tras el paso del Nazareno.A partir de esas fechas, fue prohibido por el Cardenal Segura.
Podemos incluir al Gran Poder citando al mismo autor, cuando dice "...También llevaba hace treinta años un numero de mujeres muy crecido, de hermanas devotas que procesionaban que al tiempo las han retirado de la cofradías...".

En definitiva, una prohibición absurda, carente de tradición alguna y a la que si hacemos caso a las Escrituras, las Mujeres, siempre siguieron y nunca abandonaron a Jesús durante su Pasión y Muerte, siendo por tanto, las primeras nazarenas de Cristo.

jueves, 10 de febrero de 2011

"EN EL PATIO CABALLOS" (Artículos de opinión e investigación, por Juan Fernández)


ESPERANZA Y MACARENA

Decir Esperanza Macarena es decirlo todo.Universalmente conocida es esta manera de intitular a la que es llamada la Madre de Sevilla. Sin embargo,son pocos los que tienen claro los orígenes de tal advocación. Es por ello por lo que trataremos de arrojar luz sobre su prcedencia, remota y perdida en el tiempo.

La palabra Macarena aparece indisolublemente ligada al barrio, uno de los arrabales más importantes de la ciudad, donde fue construida la parroquia de San Gil allá por el s.XIII.
Sobre la raíz de este vocablo, existen varias hipótesis. Una primera hace alusión a su origen romano, como ya manifestara el arqueólogo sevillano Francisco Collantes de Terán.Así, “Macarena” , significa “macarii-ena” o "Macarius ena", es decir, “tierra de Macario”, pues el sufijo ibérico “ena” designa propiedad sobre un predio.Esto ocurre con por ejemplo con las poblaciones de Marchena (tierra de Marcus) o Mairena /tierra de Mario).

Macario según dicen era un oficial retirado de la Legio VII Gemina a quien, en premio a sus años de servicio reprimiendo astures contumaces en defensa del oro de las Médulas, el emperador Trajano, antiguo jefe de su legión, le concedió unas huertas feraces extramuros de la puerta norte de Híspalis.

Hemos de recordar que la Macarena fue conocida como la cofradía de los hortelanos , quien precisamente la fundan en 1595, contando ya mucho antes con su primer armao, este tal Macario. Es pues esta villa rústica con su torre, la que le daría su titulo,el cuál perviviría en época musulmana como “Alcaria”. Todo porque la puerta de la muralla era la salida de la ciudad al campo, precisamente, a los que fueron los dominios de Macario. Sobre la ubicación,se hablaba de que quedaba apostada junto al Hospital de San Lázaro, la que es llamada hoy Huerta de la Fontanilla.

Algunos historiadores defienden que deriva del nombre árabe Bab al-Makrina que le daba nombre a la Puerta de la Muralla musulmana allí levantada.Otros postulan incluso, como hiciera Luis de Peraza, que se debe a "Macarea", una infanta árabe infiel, hija del rey moro, que cruzaba asiduamente por esa puerta de la muralla.

Finalmente, el docto Rodrigo Caro, alude al nombre de la hija de Hércules, héroe mitológico fundador de la ciudad, como el proporcionante para el barrio y por ende a la propia Dolorosa.

Con todo hemos de decir, que el término Macarena no es privativo de Sevilla.Es también el nombre de un cortijo jiennense otorgado por Fernando IV en 1309 al infante Don Juan. Asimismo, es un cerro de la población de Castilblanco de los Arroyos.

Sea como fuere, Esperanza Macarena, devoción histórica de Sevilla.

jueves, 3 de febrero de 2011

"EN EL PATIO CABALLOS" (Artículos de opinión e investigación, por Juan Fernández)


LOS BORDADOS DEL PALIO DEL TRASPASO.

Hoy vamos a conocer algo más sobre la que para mi es una de las obras cumbres de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, el palio de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, de la popularísima cofradía del Gran Poder.

Es un conjunto algo desconocido para el gran público,ya que pasa desapercibido, quizás por ir detrás de Quien lo hace. Pero como dijo un gran amigo mío y cofrade,irse sin ver ese palio tras pasar el Señor,” es como acudir a ver un Madrid-Barça y marcharte a casa en el descanso.”

El paso de palio en el que procesiona la Santísima Virgen, es una de las más completas obras del diseño de bordado y orfebrería dentro de los de su tipología, de los llamados de cajón, y como el que venía utilizando la Virgen de los Reyes.

Fue ideado íntegramente por Rodríguez Ojeda, quien en 1903, y he aquí el detalle, se inspira en un frontal de altar del s.XVII de la trianera parroquia de Santa Ana, frontal que además le serviría no sólo para esta pieza, sino para esbozar buena parte de su producción como artista.

De su dibujo sale este conjunto de bordados, asi como techo de palio y caídas, que se completan el año siguiente a su estreno con los del manto, la saya de la Virgen del Mayor Dolor y de la túnica y mantolín de San Juan. Su coste fue de 22.000 pesetas.

Curiósamente este palio se borda sobre terciopelo rojo, un color que en cierta medida podría chocar con las tonalidades que más se asemejarían con una hermandad de negro. Sin embargo, Rodríguez Ojeda va a repetir este soporte para sus creaciones en el palio macareno (1908) como para el Calvario (1915). Y ello responde a la idea de que se considera a la Virgen el primer Sagrario de Cristo, por lo que ha de procesionar bajo palio y por ende de tonalidad roja. El color rojo, de carácter sacramental, es relativo a la condición de María como primer tabernáculo del cuerpo de Cristo, presente en ese momento de la Crucifixión en el Monte Calvario.

Pero no acabamos aquí. En el frontal de la bambalina,aparece la característica urna juanmanuelina, un motivo que también aparece en otras obras suyas, tales como los palios de la Hiniesta o La Amargura.

Pues bien, ésta urna parece derivar, junto con la propia traza del dibujo de la caida, de la rejería modernista sevillana de la segunda mitad del XIX. Este nuevo estilo estaba ligado a la burguesía, una burguesía que se refugiaba en la decoración de espacios interiores y exteriores con un cierto toque postromántico, encontrandonos un ejemplo fidelísimo en una preciosa casa particular sita en la calle Francos nº18, cuya balconada es reflejo de la traza de este palio.

Por su parte, el manto, con una hechura de 6x5,5m,se termina de bordar el 6 de marzo en los talleres del propio Juan Manuel, estando su ornamentación basada en un frontal que se conservaba en la Iglesia de Santa Teresa, en Sevilla, así como en otro perteneciente a la Catedral. La cenefa de 10 cm de ancho,era copia de un terno de San Jerónimo, de la parroquia de San Gil.


Pero no sólo es singular el conjunto de bordaduras, sino también su orfebrería. Hay ciertas piezas de ésta que son singulares por tener como referencia piezas antiguas de platería sevillana. Digna de mención es la maravillosa peana rocalla del s.XVIII q inspirara como vimos las andas del Misterio del Desprecio de Herodes de la Hermandad de la Amargura, y que a su vez sirve de trasunto a la gran moldura de plata que enmarca la mesa del paso y da pie a los respiraderos, obra de 1946 de Jorge Ferrer.

Las jarras de los costeros, también cinceladas por Jorge Ferrer en 1938, se inspiran en el cuerpo central de los candeleros o blandones "Gigantes" de la Catedral de Sevilla, obra de Fernando de Ballesteros (1579).

Por su parte, los preciosos faroles de entrevaral,reproducen los dieciochescos de pié pertenecientes a la Hermandad Sacramental de la Magdalena y ejecutados por Blas de Amat.