UNOS FAROLES DE VIRGILIO MATTONI PARA LA HERMANDAD DEL SILENCIO.
Virgilio Mattoni (1842-1923), sin parentesco alguno con cierto cofrade calvariano, fue un pintor sevillano de la generación última del XIX, el cuál va a formarse en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla. A los 30 años, completó sus estudios en la Academia Chigi de Roma,regresando a Sevilla en 1874, donde obtiene en 1881 la segunda medalla de la Exposicion Nacional de Bellas Artes con su obra "Las termas de Caracalla", galardón que repitió en 1887 con "Las postrimerías de Fernando III el Santo", una de sus mejores creaciones.
Su vinculación profesional con el mundo de las cofradías fue amplia, donde podemos destacar el dibujo del sitial de Nuestra Señora de la Paz, de la Iglesia Parroquial de Santa Cruz (1876) y al que conocemos ya aquí por ser el trono que sirvió de modelo para el de Herodes de la hermandad de la Amagura, las reformas en el paso de misterio de la citada hermandad de la Amargura (1896),reformas en el misterio de la Macarena fectuadas por Pizarro (1898) o la saya de la virgen de Montserrat de 1900.
Pero quizás uno de sus más desconocidas pero a la vez más acertadas creaciones, son los faroles que diseñara para el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la hermandad del Silencio en 1913. En esas fechas,el paso de la cofradía había sido reformado bajo la tutela de Ordóñez, con talla de José Gil, y a los que venían a dar respuesta luminaria,estos faroles realizados en cobre por Antonio Sandarán Arqués bajo boceto de Mattoni.
Quizás por su material y a su vez por las ansias reformistas llevadas a cabo por la cofradía de San Antonio Abad, éstos fueron sustituidos en 1960 por los actuales en plata de ley que,bajo diseño de Cayetano González cincelara Manuel Villarreal.
Como es nuestro menester, vamos a aportar algún dato que nos desmarque de lo conocido. Se que algún cofrade podrá apuntar que tenía referencia de ésta cuádrupla farolera. Bien. Ante eso, yo le digo lo siguiente. Conocido es que el tesoro artístico de la Catedral de Sevilla, fue espejo fuente para la creación cofradiera. Muchos fueron y siguen siendo los artistas que bebieron y siguen haciéndolo de las maravillas ornamentales que los muros de este sacro edificio guarda.
Así,es muy posible que Mattoni conociera la existencia de diferentes piezas de plata catedralicia, las cuales tomaría como referente. A colación traemos varios ejemplos, que reproducen fidelísimamente el diseño y traza de la luminaria orfebre que hoy es protagonista, y de los que a buen seguro se sirvió.
De un lado un relicario de plata del XVII, y de otro un farol de mano cohetáneo, los cuáles comparten capiteles, arcos, el chaflán de las esquinas o similar dibujo con los faroles de 1913.
Sin embargo y afortunadamente hoy podemos seguir viendo procesionar estos faroles, pues fueron adquiridos en 1977 por la Hermandad de las Siete Palabras, cuando ésta decide procesionar al Nazareno, pues recordemos,esta corporación tuvo siempre un único paso,en contraposición a los tres que saca hoy día.
De esta manera, Sevilla mantenía una pequeña parte de su historia patrimonial, en este caso unos faroles, de cobre, pero eso si, con el peso de la historia detrás.
Pero aún hay más. Hemos de relacionar la morfología de estos faroles con la Plaza del Triunfo de Sevilla,que se encuentra situada en el eje de un conjunto de edificios declarados Patrimonio de la Humanidad en 1987.
El nombre de dicha plaza se debe a un templete de estilo barroco situado al costado del Archivo de Indias, llamado Triunfo, con una imagen de la Virgen y el Niño en su interior, y construido en el año 1757 en conmemoración y agradecimiento por no haber sufrido desgracias personales en el terremoto de Lisboa (1 de noviembre de 1755), tras el derrumbe de parte de la Catedral, y la conclusión de los oficios correspondientes al día de Todos los Santos que en el momento del seísmo se estaban celebrando en su interior, y se continuaron en el exterior, justamente donde se encuentra el Triunfo.Mattoni,tomó como modelo trasunto dicho monumento.
Hoy vamos a poner de manifiesto, la vinculación artística existente entre la fachada plateresca del Ayuntamiento de Sevilla y dos obras sublimes del arte cofradiero sevillano: el manto de la Virgen de la Victoria, vulgo las Cigarreras y el paso de la hermandad de la Quinta Angustia.
El Ayuntamiento hispalense, constituye una de las muestras más notables en España de la arquitectura plateresca, comenzándose a edificar en el siglo XVI por Diego de Riaño. El arquitecto y poeta cordobés Demetrio de los Rios, proyecta en 1868 la continuidad del edificio, asi como la unidad de aspecto respecto a lo construido en el siglo XVI. 
De los Rios, salvó de la piqueta veinticinco iglesias, casi todas mudéjares, detacando entre otras Santa Catalina, San Marcos y Omnium Sanctorum.
Evitó también la demolición de la Torre del Oro, amén de la propia parte plateresca del Ayuntamiento, siendo además fundador del Museo arqueológico de esta ciudad.
De Los Ríos proyecta que la doble arcada del cuerpo central desaparezca y sea sustituida por una nueva fachada cuya labor de talla se confía al arquitecto y profesor de la Escuela de Bellas Artes D. Pedro Dominguez López en 1890.
Así, el magno manto de la Virgen de la Victoria (1895-98), que venía a completar el palio de Emilia Salvador Ybarra de 1894, inicialmente concebido sobre terciopelo negro, en el inusual estilo renacentista.
Este se encontraba diseñado por Domínguez con anterioridad a la ejecución de las bambalinas, con coste de dicho boceto de 75 pesetas.
La cantidad aduce a pensar que Domínguez esbozara a su vez el propio palio, dadas las semejanzas estilisticas y ornamentales entre ambas piezas, formando un todo en estilo renacimiento. Además supervisó todos los trabajos en el taller de Rodríguez Ojeda, autor de facto del manto.
Como inspiración para dicho manto, utilizó los frisos de la mencionada fachada plateresca, fácilmente localizables en las vistas de éste, asi como en elementos de la rejería existente en el edificio, donde comparte cláramente piezas en manto y frontal de la bambalina.
Ello era consecuencia de sus trabajos artísticos en el ayuntamiento, donde Pedro Domínguez contemplaría y estudiaría de cerca los frisos decorativos renacentistas, los cuáles insistimos, le inspiraron a la hora de realizar sus diseños, que se apartarían de lo hasta entonces habitual.
Así, los dibujospresentan una marcada simetría, a partir de un eje central, a modo de candillieri, con elementos paganos, ademas de otros como copas, guirnaldas, ángeles, cintas, etc., que él aplico con éxito a su dibujo del manto.
A su vez,completó la traza tomando como referente la Sacristía Mayor de la Catedral, de la que era restaurador conservador.
Pedro Domínguez fue a su vez pieza clave en el diseño del inconmensurable paso de la hermandad de la Quinta Angustia en 1904.
Pues bien, en la factura de estas portentosas andas, podemos ver motivos y elementos que nos recuerdan poderosísimamente a los existentes en la fachada del consistorio, donde destacan relieves platerescos con representaciones de personajes históricos y míticos, heráldicas y angelotes, motivos que ya utilizara en las míticas prendas bordadas de la Virgen de la Victoria.
Su vinculación profesional con el mundo de las cofradías fue amplia, donde podemos destacar el dibujo del sitial de Nuestra Señora de la Paz, de la Iglesia Parroquial de Santa Cruz (1876) y al que conocemos ya aquí por ser el trono que sirvió de modelo para el de Herodes de la hermandad de la Amagura, las reformas en el paso de misterio de la citada hermandad de la Amargura (1896),reformas en el misterio de la Macarena fectuadas por Pizarro (1898) o la saya de la virgen de Montserrat de 1900.
Quizás por su material y a su vez por las ansias reformistas llevadas a cabo por la cofradía de San Antonio Abad, éstos fueron sustituidos en 1960 por los actuales en plata de ley que,bajo diseño de Cayetano González cincelara Manuel Villarreal.
Como es nuestro menester, vamos a aportar algún dato que nos desmarque de lo conocido. Se que algún cofrade podrá apuntar que tenía referencia de ésta cuádrupla farolera. Bien. Ante eso, yo le digo lo siguiente. Conocido es que el tesoro artístico de la Catedral de Sevilla, fue espejo fuente para la creación cofradiera. Muchos fueron y siguen siendo los artistas que bebieron y siguen haciéndolo de las maravillas ornamentales que los muros de este sacro edificio guarda.
Así,es muy posible que Mattoni conociera la existencia de diferentes piezas de plata catedralicia, las cuales tomaría como referente. A colación traemos varios ejemplos, que reproducen fidelísimamente el diseño y traza de la luminaria orfebre que hoy es protagonista, y de los que a buen seguro se sirvió.
De un lado un relicario de plata del XVII, y de otro un farol de mano cohetáneo, los cuáles comparten capiteles, arcos, el chaflán de las esquinas o similar dibujo con los faroles de 1913.
Sin embargo y afortunadamente hoy podemos seguir viendo procesionar estos faroles, pues fueron adquiridos en 1977 por la Hermandad de las Siete Palabras, cuando ésta decide procesionar al Nazareno, pues recordemos,esta corporación tuvo siempre un único paso,en contraposición a los tres que saca hoy día.
De esta manera, Sevilla mantenía una pequeña parte de su historia patrimonial, en este caso unos faroles, de cobre, pero eso si, con el peso de la historia detrás.
Pero aún hay más. Hemos de relacionar la morfología de estos faroles con la Plaza del Triunfo de Sevilla,que se encuentra situada en el eje de un conjunto de edificios declarados Patrimonio de la Humanidad en 1987.
El nombre de dicha plaza se debe a un templete de estilo barroco situado al costado del Archivo de Indias, llamado Triunfo, con una imagen de la Virgen y el Niño en su interior, y construido en el año 1757 en conmemoración y agradecimiento por no haber sufrido desgracias personales en el terremoto de Lisboa (1 de noviembre de 1755), tras el derrumbe de parte de la Catedral, y la conclusión de los oficios correspondientes al día de Todos los Santos que en el momento del seísmo se estaban celebrando en su interior, y se continuaron en el exterior, justamente donde se encuentra el Triunfo.Mattoni,tomó como modelo trasunto dicho monumento.
Como hemos podido comprobar en el taller del Orfebre Cristóbal Angulo, los trabajos sobre los ciriales que estrenará la Cofradía de la Santa Cruz el Sábado de Pasión de 2011 se encuentran muy avanzados, intuyéndose ya el gran trabajo que realizará el artista.
Como nos tiene acostumbrado este orfebre, el trabajo en orfebrería refleja fielmente el boceto dibujado, destacando el modelado de los "tritones" tan carecterísticos en esta obra.
