viernes, 11 de diciembre de 2009

"EN EL PATIO CABALLOS" (Artículos de opinión e investigación, por Juan Fernández)

UN POSIBLE PRECEDENTE DEL CRISTO DEL CACHORRO


La Semana Santa sevillana,no deja de sorprenderte cada vez que vas conociendo sus más recónditos entresijos.Tal es el caso,al menos para mi,del artículo que os traigo a colación.
Gaspar Núñez Delgado,es un escultor documentado en Sevilla entre 1581 y 1606,discípulo de Jerónimo Hernández y figura esencial del paso del manierísmo al realismo,destacando por sus interpretaciones de la cabeza degollada de Juan El Bautísta,tal vez la primera serie de testas sobre el tema ejecutadas,donde destaca su obra cumbre,el retablo de San Vicente.
Núñez Delgado además tuvo fama como tallista en marfil y es autor de unos reducidos y ebúrneos crucificados de intenso patetismo,siendo el primero en hacer de sus obras Cristos exhalantes de agonía y de angustiosa invocación al Padre.De enorme interés podríamos citar los de Méjico (1585),el Palacio del Pardo de Madrid,proviniente del Monasterio de Porta Coeli de Sevilla (1589) y otro de la colección Bouzá (1599).

Su influjo llegó a los maestros de la generación posterior,como Montañés, alcanzando incluso a Ruiz Gijón y pudiendo inspirar El Cachorro (1682),titular inefable de la trianera cofradía de la Expiración,y el último de los grandes Crucificados del barroco español.La impresionante imagen del Cristo refleja el instante de su muerte y el triunfo glorioso del Salvador frente a la fragilidad dolorosa del Hombre. Es un crucificado vivo, que mira a lo alto,desnudo y con su característico y movidísimo paño que sostiene una cuerda y descubre toda la silueta.Se le suele hacer derivar del Crucificado de Écija de Pedro Roldán, pero es más exacta su relación con el preludio que casi un siglo antes había tallado en marfil Gaspar Núñez Delgado,y que es precísamente la curiosidad que adjuntamos.
Vean y juzguen ustedes mismos.