
Por fin llegó el día en el que toda Huelva pudo comprobar que en nuestra ciudad tenemos a un paisano que no sólo no tiene que envidiar nada a los artisas foráneos sino que incluso supera con creces a la mayoría de ellos. Y es que Rafael Infante y María Dolores Romero han roto todo los esquemas del bordado contemporáneo con esta maravillosa obra. No ha dejado a nadie indiferente. Incluso personas que eran reacios a sus trabajos se han dado cuenta que todo es cuestión de querer y poder y nunca de la capacidad de este artista, que permite salir de sus manos todo aquello que se le proponga.


Desde aquí quiero agradecerle a Rafael la oportunidad que me ha dado de poder ser parte de este proyecto, aguantando día tras días mis recomendaciones y haciendo realidad mis gustos. Si algún día he estado demasiado encima del tema que sepa que nunca ha sido por dudar de su trabajo. Al contrario. Lo he hecho con la intentención de que Huelva se de cuenta de una vez por todas que tenemos al mejor bordador que ha habido en nuestra ciudad en muchísimos años.