Hoy vamos a poner de manifiesto, la vinculación artística existente entre la fachada plateresca del Ayuntamiento de Sevilla y dos obras sublimes del arte cofradiero sevillano: el manto de la Virgen de la Victoria, vulgo las Cigarreras y el paso de la hermandad de la Quinta Angustia.
El Ayuntamiento hispalense, constituye una de las muestras más notables en España de la arquitectura plateresca, comenzándose a edificar en el siglo XVI por Diego de Riaño. El arquitecto y poeta cordobés Demetrio de los Rios, proyecta en 1868 la continuidad del edificio, asi como la unidad de aspecto respecto a lo construido en el siglo XVI. 
De los Rios, salvó de la piqueta veinticinco iglesias, casi todas mudéjares, detacando entre otras Santa Catalina, San Marcos y Omnium Sanctorum.
Evitó también la demolición de la Torre del Oro, amén de la propia parte plateresca del Ayuntamiento, siendo además fundador del Museo arqueológico de esta ciudad.
De Los Ríos proyecta que la doble arcada del cuerpo central desaparezca y sea sustituida por una nueva fachada cuya labor de talla se confía al arquitecto y profesor de la Escuela de Bellas Artes D. Pedro Dominguez López en 1890.Y es precisamente este pintor y tallista madrileño, quien traza inspirándose en dicho edificio, las dos obras que citamos a colación.
Así, el magno manto de la Virgen de la Victoria (1895-98), que venía a completar el palio de Emilia Salvador Ybarra de 1894, inicialmente concebido sobre terciopelo negro, en el inusual estilo renacentista.
Este se encontraba diseñado por Domínguez con anterioridad a la ejecución de las bambalinas, con coste de dicho boceto de 75 pesetas.
La cantidad aduce a pensar que Domínguez esbozara a su vez el propio palio, dadas las semejanzas estilisticas y ornamentales entre ambas piezas, formando un todo en estilo renacimiento. Además supervisó todos los trabajos en el taller de Rodríguez Ojeda, autor de facto del manto.
Como inspiración para dicho manto, utilizó los frisos de la mencionada fachada plateresca, fácilmente localizables en las vistas de éste, asi como en elementos de la rejería existente en el edificio, donde comparte cláramente piezas en manto y frontal de la bambalina.
Ello era consecuencia de sus trabajos artísticos en el ayuntamiento, donde Pedro Domínguez contemplaría y estudiaría de cerca los frisos decorativos renacentistas, los cuáles insistimos, le inspiraron a la hora de realizar sus diseños, que se apartarían de lo hasta entonces habitual.
Así, los dibujospresentan una marcada simetría, a partir de un eje central, a modo de candillieri, con elementos paganos, ademas de otros como copas, guirnaldas, ángeles, cintas, etc., que él aplico con éxito a su dibujo del manto.
A su vez,completó la traza tomando como referente la Sacristía Mayor de la Catedral, de la que era restaurador conservador.Como cuiosidad apuntar que debió de ser grande la impresión que le causaría a Rodríguez Ojeda el diseño de Pedro Domínguez, cuando en 1898 aplicó algunos de los conceptos decorativos al manto que él le realizó a la Virgen de Regla ", hoy en Cantillana y ya visto en estos capitulos. (Pinche aquí para ver LOS ANTIGUOS BORDADOS DE LA VIRGEN DE REGLA.)
Pedro Domínguez fue a su vez pieza clave en el diseño del inconmensurable paso de la hermandad de la Quinta Angustia en 1904.
Pues bien, en la factura de estas portentosas andas, podemos ver motivos y elementos que nos recuerdan poderosísimamente a los existentes en la fachada del consistorio, donde destacan relieves platerescos con representaciones de personajes históricos y míticos, heráldicas y angelotes, motivos que ya utilizara en las míticas prendas bordadas de la Virgen de la Victoria.
