De nuevo tiro de archivo y voy a mostrar distintos aspectos del paso de misterio de la Oración en el Huerto.
En primero lugar decir que el paso se bendijo el 12 de Abril de 1949, no como se sigue indicando en varias publicaciones que lo fechan en 1946. Podemos comprobarlo en el siguiente recordatorio de la bendición del mismo, siendo el Sr. Cura Párroco D. José Romero Bernal y actuando como padrinos D. Pedro Moreno y Diaz Carrelero y Doña Josefa Miranda de Moreno.
Realizado por el gran tallista José Oliva, con un estilo neobarroco y grandes dimensiones, constituye la mejor talla que poseemos en la Semana Santa de Huelva, aunque a lo largo de su historia ha sido cortado, agrandado, mutilado y dorado con escasa calidad en alguna que otra ocasión, llegando a nuestros días con un aspecto saneado aunque sin la majestuosidad y espectacularidad con la que se concibió originalmente.
En la siguiente instantanea, hay varias curiosidades dignas de citar. En primer lugar, lo que más llama la antención es el canasto del paso sin tallar, observando las formas que más tardes darían paso a las volutas y hojas de acanto que recorren toda la canastilla. Por esta característica se le conoció en Huelva con el sobrenombre de "el paso de las tinajas", por recordar su forma a las tinajas o ánforas de barro.
Otra curiosidad digna de mención es la posición de las imagenes sobre el paso, sin apóstoles, estando el Señor de Castillo Lastrucci de espaldas a la delantera y es, en este caso, el Ángel el que se alza junto a un pequeño olivo. Los candelabros de guardabrisas, de cinco luces, tampoco son los actuales y el exorno floral típico de la época a base de verdes, flores silvestres y claveles salpicados. El paso ya posee el faldón delantero actual. Debemos admirar las esquinas de los respiraderos llegando casi hasta el suelo, haciéndolos acorde con el tamaño del paso, no siendo así en la actualidad.
Pero sin duda, la foto más importante de este artículo es la que os muestro a continuanción. En ella se ve el paso en todo su explendor, totalmente acabado y dorado.
Podemos observar el increible canasto terminado, destacando los bombos pronunciados, los dos baquetones tallados (tanto el inferior como el superior) dándole una gran altura al paso, la crestería en todo el perímetro de la cornisa y los candelabros centrales de tres brazos. Una obra maravillosa, de una gran embergadura. Tan colosal que pocos pasos procesionales han podido superarlo. Ni en Huelva ni fuera de ella.
LLegando los años setenta, época en la que insisto pienso que comenzó la pérdida y deterioro del patrimonio de la Archicofradía, algún iluminado tuvo la genial idea de cortar el paso. Se cometió uno de los muchos y mayores errores que se conocen en la reciente historia de la Semana Santa. Como podemos observar en la siguiente fotografía, el paso perdió todo lo extraordinario antes destacado: tamaño, formas, ornamentación, candelabros centrales, etc. Algo que no se ha vuelto a recuperar.
Para colmo, se le aplicó un dorado al oro viejo limón, que para nada favorecía el aspecto del mutilado paso.
A parte de las reducidas medidas que obtuvo el paso en dicha remodelación, todo se agravó aún más con la inclusión al misterio de los apóstoles de Ortega Brú, teniendo que modificar la composición del boceto del de San Roque, y colocando a San Juan en la delantera del paso como se puede apreciar mejor en la primera de las fotografías. (Algo que no me desagrada del todo, dicho sea de paso)
Aquí abajo, podemos comprobar el estado del paso actual, que como anteriormente he citado, ha recuperado en parte su explendor, pero ni su forma, ni su tamaño, ni muchos de sus elementos tiene nada que ver con el que se bendijo en el 49. Algo irrecuperable totalmente, aunque se puede paliar sus carencias con simples modificaciones.
Todo llegará...
Fotos: Archivo Familia Llanes González y HuelvaCofrade.com
Os muestro hoy aquí, la réplica de la Esperanza Macarena, propiedad de mi padre, que realizó en 1997 el gran imaginero Elías Rodríguez Picón, de Rociana del Condado.
