Siempre he pensado,que San Isidoro es una de esas cofradías que justificarían por si sola una Semana Santa.Y su palio,todo un Viernes Santo.Precisamente es éste,uno de los conjuntos más elegantes y exquisitos de los que procesionan en Sevilla, obra de las hermanas Granado Vázquez en 1930,sobre dibujo de Francisco Ruíz "Currito",inspirado en un tapiz persa expuesto en la Exposición sevillana de 1929.
Hay quien lo identifica con el llamado "Tapíz de La Montería"de la Catedral.La original y dorada orfebrería de los años cuarenta,obra de Seco Velasco y diseños de Joaquín Castilla,con menudísima y exquisita ejecución,así como los singularísimos y áureos bordados sobre tisú gris,no son mera casualidad.Y me explico.
Esta advocación del Loreto,surge en el siglo XIII con la invasión mameluca,cuando la casa de la Virgen en Nazareth, la humilde vivienda donde el Verbo se hizo carne, voló llevada por ángeles (de ahí que sea patrona de la Aviación), desde Palestina,posádose primero en Dalmacia y después en un bosque de laureles en Italia,cerca del mar Adriático.Dentro viajaba una pequeña imagen de la Virgen, obra de San Lucas.
En 1.920, S.S. Benedicto XV nombró patrona de los Ejércitos del Aire a la advocación de la Virgen de Loreto. Desde entonces, la Hermandad ha mantenido estrechos vínculos con el Ejército del Aire, que anualmente acompaña desde 1938 a su patrona en la procesión del Viernes Santo.