
Un herencia que también ha querido que yo conozca y que desde hace varios años repetimos para que la fragancia de la Santa Cruz sea diferente cuando pase por las calles de nuestra ciudad.
Mi abuelo siempre decía que el incienso había que olerlo mezclado con el olor de la cera, y así lo hacemos para, como si de un buen vino se tratara, catar su olor una vez mezclado y comprobar que se ha calculado bien las proporciones.
Mi abuelo siempre decía que el incienso había que olerlo mezclado con el olor de la cera, y así lo hacemos para, como si de un buen vino se tratara, catar su olor una vez mezclado y comprobar que se ha calculado bien las proporciones.

