Escuchemos el anuncio gozoso de la liturgia de todo este Tiempo de Adviento: El Señor nace y viene.
Recibámosle en la posada limpia de nuestro corazón.
Bendita eres María entre las mujeres.
Bendito el fruto de tu vientre.
Bendita eres porque has creído.
A través de María, Dios se hizo presente en el mundo.
Nosotros, los creyentes, estamos llamados, como María, a albergar la presencia divina de Dios en nuestros corazones.
Recibámosle en la posada limpia de nuestro corazón.
Bendita eres María entre las mujeres.
Bendito el fruto de tu vientre.
Bendita eres porque has creído.
A través de María, Dios se hizo presente en el mundo.
Nosotros, los creyentes, estamos llamados, como María, a albergar la presencia divina de Dios en nuestros corazones.
Miqueas 5, 1-4a.
Salmo 79.
Hebreos 10, 5-10.
Lucas 3, 39 –45.
Salmo 79.
Hebreos 10, 5-10.
Lucas 3, 39 –45.
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