martes, 17 de marzo de 2009

"LOS NIÑOS DEL TONY" Artículo publicado en el boletín del Calvario en la Cuaresma de 2009.



Y llegó el día que de nuevo eché fuerza pa´rriba, junto a mis amigos de la infancia, debajo de las trabajaderas. Once años pasaron en los que mi mente y mi cuerpo estuvieron haciendo música en otra zona de la ciudad, pero once años en los que mi corazón estuvo siempre bajo el palio de Rocío y Esperanza. El pasado Lunes Santo, durante una arriá, mis pensamientos se volvieron nostálgicos y todo lo que me rodeaba se fue convirtiendo en anhelados recuerdos. Sensaciones vividas más de una década atrás, cuando todavía recibíamos consejos en vez de darlos.


Y marzo se hizo mayo. Y los hombres dejaron de ser hombres para ser niños. Y el trío de capilla dejó paso a las cornetas y tambores que tanto nos aceleraban el corazón al escucharlos de lejos instantes antes de salir. Y las flores blancas del palio se tornaron en rojos claveles que cubrían un monte lleno de ilusión. Y Tony se despojó de su terno negro para enfundarse el traje de aguaó que tanta sed cofrade nos alivió en los años que las ansias enturbiaban a la cordura. Y los nazarenos franciscanos relevaron su sitio a niñas de flamencas y a infantes cofrades portando pequeños cirios que iluminan su caminar diario. Y el “¡A ésta es!” le robó el protagonismo a los tres golpes secos del llamador. Y la muchedumbre que acompañaba a la Cofradía se redujo a nuestros familiares y allegados. Y los izquierdos hicieron olvidarme del paso firme y racheao que acompaña el sonido cimbreante de los varales. Y la Virgen cedió su sitio a la Cruz donde alzaron a su Hijo para que dos mil años después siguiéramos celebrando la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo…
Un “vamos al trabajo” susurrado me hizo volver en sí y darme cuenta dónde estaba realmente, de nuevo junto a aquellos buenos amigos que empezamos a vivir esta locura del costal allá por mitad de los 90, creando la imborrable Cuadrilla del Arte, junto a Tony (chico), Luís, Kuki, Juan, Alfonso, Javi, Vicente, Chusmari…
Niños que fuimos bajo los pasos hoy convertidos en hombres de la vida cotidiana. Donde uno de nosotros ya es Hermano Mayor. Hemos dejado de ser monaguillos para formar parte de muchas Juntas de Gobierno, demostrando que ya somos los responsables de lo que son hoy en día nuestras cofradías, pidiendo paso a los que nos daban la mano para aprender a caminar en el mundo cofrade que tanto nos apasiona.
No cambiemos. No cambiéis. Que así nos crió Tony.


Josechu Llanes González

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Toni Glez y Pepe Llanes,no sólo nos enseñaron a hacernos la ropa,a andar con un paso con esas interminables cintas de paso de tambor macareno o a sentirnos costaleros.También a ser persona dentro y fuera de las trabajaderas.
Y en Huelva,todavía no a "andao" un paso mejor que el San Francísco en 1996...

Anónimo dijo...

MARAVILLOSO ARTÍCULO. Vaya emoción que he sentido al leerlo, qué recuerdos... y lo que nos queda por delante. Algún día Huelva tendrá que reconocer a Tony no sólo por los años que lleva delante de los pasos, sino por lo que ha sembrado y lo que significa para nuestras cofradías.