jueves, 12 de marzo de 2009

"EN EL PATIO CABALLO" (Artículo de opinión, por Juan Fernández)

Me dice mi amigo Josué que le escriba algo de cofradías. Y como la palabra es deuda, hay que cobrarla. Espero ser breve, y con tres tandas por la zurda tocar pelo.
Dijo Colton, que la imitación es la forma más sincera de adulación. Y digo yo, que ni soy Colton ni falta que hace, que para hacerlo hay que saber cómo y a quién, y sobre todo por qué. Y digo más, no hay que imitar sino aprender. No soy en demasía aficionado al costal, pero algo sé de esto. Mi estupefacción es constante, cuando bajo las trabajaderas onubenses, se repiten patrones de comportamiento, estéticos y técnicos que distan muy mucho de ser coherentes. Lo malo no es no tener un buen espejo donde mirarse, lo malo es tener uno que no sepa lo que refleja. Particularmente, hay un detalle que no acabo de entender. ¿Por qué se remangan el pantalón,incluso hasta limites rotulianos o menisqueros? Y ahora voy a doblarme por bajo. He preguntado a muchos de estos señores el porqué de ello, sin recibir nunca una respuesta consistente, eso si, muy variopintas. Desde que se está más fresquito, pasando por los marineros de Triana, a incluso decir que lo han visto en Sevilla. Bien. Muy bien. Ahora voy a cuadrarme. El corriente, ese costalero que de antiguo recibía su nombre precisamente por ocupar un lugar por donde transitaban las aguas fecales, residuales y todo tipo de porqueras, remangaba su ropa, para evitar mancharse con tan desagradable detritus, a la sazón porque posiblemente era la única que poseía. Y claro está, las cosas hay que cuidarlas.

Que yo sepa, hoy día, los ayuntamientos poseen una red de alcantarillado y de limpieza más que plausible, por lo que las dichosas vueltecitas se me antojan ridículas. A no ser que me digan que lo hacen en homenaje a aquéllos hombres de abajo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias hermano Juan por tu saber escrito.
El temple cofrade de tu costero izquierdo es comparable con cualquier natural del maestro de la Puebla.
Este año te echaremos de menos en la terna del Lunes Santo. Un abrazo