martes, 29 de junio de 2010

"EN EL PATIO CABALLOS" (Artículos de opinión e investigación, por Juan Fernández)

EL SILENCIO BLANCO.

Es la hermandad de la Amargura,un paradigma y ejemplo sublime de lo que debe ser una cofradía en la calle.Es el cánon clásico de la Semana Santa,la guardadora más firme de las tradiciones cofradieras,la referencia inevitable de mesura,equilibrio y suntuosidad.

Uno de los sobrenombres por la que es conocida,es el del "Silencio Blanco",que si bien mantiene cierto halo de conexión con la iconografía de su Titular cristífero,hace alusión tanto a su hábito como al comportamiento impertérrito de sus filas nazarenas.Pero esto no siempre fue así.

La estación de penitencia de la Amargura a principios del siglo XX,sobre todo en la parte final del recorrido de vuelta a San Juan de la Palma,podria ser cualquier cosa menos ejemplar. Ello va a cambiar a raiz de un discutido cabildo general celebrado en 1910 donde a iniciativa de José Prados Vera, mayordomo de la hermandad en aquel entonces, se decide acabar con determinadas situaciones y se marcan unas pautas de comportamiento del cuerpo de nazarenos durante la estación de penitencia y por las que la hermandad a partir de ahora va a ser reconocida.

Uno de ellos,es su elegantísima túnica.En 1911 se suprimen definitivamente los antifaces morados en el cortejo de la Virgen y en 1912 adopta la cofradia el escudo de pañete de 17cm con la cruz de San Juan sobre fondo rojo.


Ambas comitivas del Señor y la Virgen portan desde ese momento túnicas blancas, aunque distinguiendose por el cíngulo morado de la comitiva del Cristo, y amarillo la de la Virgen.

Entre 1911 y 1929 se piensa que fueron sustituidos los cingulos de la indumentaria por el cinturón de abacá,, ya que se puede observar en diferentes fotografías de la época,a los nazarenos ataviados con el citado cinturón; Una pintura de Francisco Hohenleiter, posterior a 1927 da también fe de ello.

Hay que volver la vista atrás, a los tiempos de las Cruzadas, para ver el nacimiento de la encomienda o cruz de San Juan Bautista.
Aunque hay diversas teorías con respecto a su significado interno, to­das aportan un mensaje que retro­trae a la Orden de Malta, aquellos caballeros templarios que fueron destinados por el Papa Pascual II, en 1113, a proteger a los peregrinos que iban a Roma y a Tierra Santa. Precisamente el vocablo “cruzada” pro­viene de la cruz que utilizaban como emblema estos caballeros que, tras esas luchas, tuvieron que retirarse a una pequeña isla del Mediterráneo, Malta, de donde la cruz tomó su nombre.

Dentro de las múltiples interpretaciones del signifi­cado de este emblema corporativo nos queda­mos con una que ha mantenido un nexo común según varias fuentes. Para desencriptar el “mensaje oculto” de la Cruz de Malta, nos centramos en una que especifican en la antigua iglesia de los Caballeros, actualmente Co-Catedral de San Juan en la capital maltesa de La Valetta.La Cruz de Malta tiene ocho puntas hacia fuera y cuatro hacia dentro. Las cuatro esquinas interio­res representan las cuatro virtudes cardinales: la prudencia, la justicia, la templanza y la fortaleza. Por su parte, las exteriores simbolizan las ocho lenguas o “espadas” origina­rias de los caballeros: La Provence, Auvergne, Francia, Italia, Aragón, Inglaterra, Alemania y Castilla.

En cuanto a los colores, el rojo se utiliza como sím­bolo de lucha, vida, misión y sangre; y el blanco como pureza e inocencia. El color rojo de fondo corresponde al que tenía el uniforme de los caballeros de la Orden de Malta. Cuando se encontraban fuera en diligencias civiles, portaban la cruz bajo un fondo verde y, en tiem­pos de guerra, la utilizaban bajo un fondo negro, de ahí que pueda ser representada en varias tonalidades.

Seiscientos años después de la constitución de la Orden de Malta, la hermandad la adopta como seña de identidad al pertenecer a la parroquia de San Juan Bau­tista, cuyo vestigio más antiguo sobre este símbolo po­demos encontrarlo en el cuadro de San Jorge matando al dragón –en la nave de la epístola-, donde en la coraza del santo aparece la Cruz de Malta.

Actualmante procesionan los nazarenos con la cola de la túnica sobre el brazo,a la usanza más clásica, y no, como suele ser habitual,anudada al cinturón por detrás.Recordemos que esto último,no es más que una solución que adoptó la cofradía del Gran Poder para aliviar a sus nazarenos al cambiar su recorrido de vuelta.

Finalmente,en las reglas de 1941 aparecen referencias a que los nazarenos no pueden llevar pañuelos de color en el cinturón, asi como cualquier tipo de alhaja o joyas en los puños.

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