ORFEBRERÍA EN MADERA,EL PASO DE LAS TRES CAÍDAS DE SAN ISIDORO
Hoy me encuentro con uno de esos ejemplos sublimes de la maestría que algunos artesanos alcanzan en sus obras.El tallista e industrial sevillano Francísco Ruíz "Currito El Dorador" (1888-1961),uno de los mejores artífices que haya tenido en Sevilla la talla procesional en el s.XX.Trabajó y fue discipulo de José Gil,uno de los más altos exponentes de la realización de pasos y canastillas,independizándose más tarde en su taller de la conocida como calle de las Siete Revueltas (Alonso X el Sabio). 
Aunque su catálogo no es extenso,bastaría para elevarle al olimpo de los maestros entalladores.
Verbigracia,el inefable canasto neorrocalla de una de las hermandades sevillanas serísimas por excelencia,San Isidoro.
Es este un paso desconocido para el gran público,y en cierto modo para los cofrades,ya que encierra curiosidades singulares,como que este canasto de minuciosísima talla,y al que un querido amigo mío cofrade calificó de orfebrería en madera,fue ejecutado con las vigas de una antigua casa perteneciente a Don Carretero, uno de los miembros de la entonces Junta de Gobierno,sita en el barrio del Arenal.
Fue ejecutado a finales de los 30 principios de los 40, por el maestro Curro, y estrenado en 1941, vendiéndose el anterior a la hermandad de la Paz.
Posee maravillosas pinturas de Rafael Blas Rodríguez en las cartelas,autor asimismo de las que luce el también extraordinario paso de San Bernardo,obra de su maestro Gil, o las antiguas tablas pintadas del anterior paso de Santa Cruz.El dibujo del paso,de bombos y perfiles,fue adaptado a los airosos cadelabros en forma de palma que posee, herencia de un anterior paso del XIX,una joya de Salvador Dominguez Gordillo ejecutados en 1884 y de los mejores de toda la Semana Santa.
Aunque su catálogo no es extenso,bastaría para elevarle al olimpo de los maestros entalladores.
Verbigracia,el inefable canasto neorrocalla de una de las hermandades sevillanas serísimas por excelencia,San Isidoro.
Es este un paso desconocido para el gran público,y en cierto modo para los cofrades,ya que encierra curiosidades singulares,como que este canasto de minuciosísima talla,y al que un querido amigo mío cofrade calificó de orfebrería en madera,fue ejecutado con las vigas de una antigua casa perteneciente a Don Carretero, uno de los miembros de la entonces Junta de Gobierno,sita en el barrio del Arenal.
Fue ejecutado a finales de los 30 principios de los 40, por el maestro Curro, y estrenado en 1941, vendiéndose el anterior a la hermandad de la Paz.
Posee maravillosas pinturas de Rafael Blas Rodríguez en las cartelas,autor asimismo de las que luce el también extraordinario paso de San Bernardo,obra de su maestro Gil, o las antiguas tablas pintadas del anterior paso de Santa Cruz.El dibujo del paso,de bombos y perfiles,fue adaptado a los airosos cadelabros en forma de palma que posee, herencia de un anterior paso del XIX,una joya de Salvador Dominguez Gordillo ejecutados en 1884 y de los mejores de toda la Semana Santa.
Es por eso que a partir de ahora,cada tarde de Viernes Santo,podáis aún más si cabe,admiraros de este soberbio paso,una de las cumbres de la talla procesional sevillana.
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