lunes, 5 de octubre de 2009

EL MANTO DE NUESTRA MADRE Y SEÑORA DE LOS DOLORES

Hoy escribo sobre la mejor pieza de bordado que podemos encontrar en nuestra ciudad. Se trata del manto procesional de Nuestra Madre y Señora de los Dolores de la Archicofradía de la Oración en el Huerto y Vera+cruz. Actualmente, la corporación de Jueves Santo ha pedido informes a diversos bordadores para conocer las posibilidades (si existieran) de restaurar esta joya del bordado, algo que está en el aire debido a su alto coste y que realmente en vez de una restauración propiamente dicha estaríamos hablando de rehacerlo casi en su totalidad.

En la foto con la que ilustro este artículo vemos el manto sobre la imagen sevillana de la Virgen del Valle en su paso de palio. Y es que, como muchos de vosotros sabéis, nuestra Hermandad lo adquirió a la de la capital hispalense en 1920, ya habiendo procesionado en Huelva en la Semana Santa de 1919
El manto realizado en 1905 por Doña Patrocinio Vázquez (viuda de Real) y dibujo del escultor D. José Ordóñez, está realizado en hojilla de plata sobre terciopelo de Lyón burdeos. El dibujo de estilo persa se ejecuta en base de temas florales dispuesto en forma de tapiz, similar al de las bambalinas del siglo XVII que procesionaba con la imagen de Ntra. Sra. de la Angustia y Siete Dolores y de la que pasó a la Hermandad del Valle de Sevilla.
Su estilo viene a representar uno de los últimos ejemplares del periodo romántico, como demuestra su complejo dibujo, encontrándose a medio camino entre las composiciones que adoptan la asimetría como característica principal y los nuevos modelos,simétricos en su diseño, que aparecen a principio de siglo influenciados por las nuevas tendencias que llegan de la mano de los bordados “juanmanuelinos”.
La prenda queda estructurada en dos partes, una soberbia y espectacular guardilla y el interior del manto en sí mismo.

Inexplicablemente, la Hermandad del Valle nunca estuvo contenta con esta inigualable obra. Por lo que una vez tuvo el boceto del actual, obra de Don Juan Manuel Rodriguez Ojeda (la "moda" por este bordador también tuvo que influir en el cambio), puso en venta el de Doña Patrocinio Vázquez.

El manto fue adquirido por la Sra. Condesa de Mora Claros en 1920, gracias a la intervención como mediador del canónigo de la Catedral Metropolitana de Sevilla, D. Juan Francisco Muñoz y Pabón, según contrato que firma su marido D. Antonio Mora Claros, cifrándose un coste de 35.000 pesetas.

Desde su llegada a Huelva fue bautizado por el gracejo popular como “el manto de los fideos”, en alusión a sus delgados tallos en hojilla de plata.
Ha sido restaurado y pasado a nuevo terciopelo por el taller Sobrinos de Esperanza Elena Caro, según contrato de fecha de 30/07/1982, firmado por el Hermano Mayor D. Manuel Casillas Mantilla y D. José Manuel Elena Martín, en representación de la casa bordadora. El precio del contrato de pasado y restauración fue de 3.600.000 pesetas, correspondiendo 3.000.000 por mano de obra y 600.000 por el hilo de plata.
Como bien sentenció el taller de Santa Barbara cuando vino a inspeccionarlo para su inviable restauración: "Es el mejor manto que hemos visto en nuestra carrera profesional"


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