Otra novedad era los guardabrisones que iluminaban la delantera y trasera del canasto del paso.
Un estreno no esperado entre los hermanos fue la donación de un magnífico llamador. Donado por un miembro de Junta de Gobierno en un acto íntimo la noche del Viernes de Dolores, hizo las veces de agradecimiento por todos estos años que ha podido estar trabajando y luchando para que la Hermandad esté donde está actualmente. El llamador tiene el corte más clásico de los que podemos encontrar sobre los pasos de nuestra Semana Santa, estándo realizado en latón pulido y pátina oleosa y siguiendo los modelos de las aldabas de finales del S.XVIII. Pero sin duda la mayor característica del "martillo" es su sonoridad. Un estruendo tremendo invade a los presentes cuando es alzado por el capataz.
Después de varios agradecimientos e importantes homenajes se cerraron las puertas de la Catedral para ya, por la tarde-noche, volverlas a abrir y dar paso al milagro...
Disfrutemos de las fotografías de Juan Manuel Fuentes:










Desde aquí quiero agradecerle a Rafael la oportunidad que me ha dado de poder ser parte de este proyecto, aguantando día tras días mis recomendaciones y haciendo realidad mis gustos. Si algún día he estado demasiado encima del tema que sepa que nunca ha sido por dudar de su trabajo. Al contrario. Lo he hecho con la intentención de que Huelva se de cuenta de una vez por todas que tenemos al mejor bordador que ha habido en nuestra ciudad en muchísimos años.

Han sido muchos meses de trabajo e investigación, con los que se ha demostrado que nada ha sido improvisado. Todo medido y estudiado. Y por ello se ve el resultado tan impresionante y bien hecho. Desde el primer boceto, pasando por la prueba en papel, hasta la última puntada han sido momentos inolvidables que ya llevaré en el recuerdo para los restos.
