LAS TÚNICAS DE LA HERMANDAD DE LA EXALTACIÓN.
Hoy quiero dedicar este capitulo a una de mis cofradías predilectas, La Exaltación o Los Caballos, esa maestra del buen hacer de las maneras de otros tiempos. Y en concreto a las túnicas que visten sus nazarenos. Y digo visten, porque la túnica “se viste”. La túnica ha de ser al nazareno, lo que al torero supone el vestido de torear. Si se torea sin toro, estando en torero, hay que saber estar en nazareno. Y que mejor ejemplo, que el de la elegancia de las túnicas de esta para mi, ”consentida” corporación.
La Hermandad de la Exaltación vestiría por primera vez en 1871, en su Estación de Penitencia en la tarde del Jueves Santo,las túnicas blancas con antifaces y capas negras. Posteriormente en 1885, efectúa su salida penitencial en la tarde del Viernes Santo, revistiendo sus nazarenos túnicas de cola blanca y antifaz morado, con el escudo de la Corporación.
Tras diecinueve años de inactividad, en 1902 organiza de nuevo su Estación de Penitencia, en la tarde de este Jueves Santo, estrenando sus nazarenos las elegantísimas túnicas de cola morada, confeccionadas en alpaca de seda, ceñidas por cíngulo de seda y oro. En 1946, al igual que lo hiciera en 1885, visten sus nazarenos, las actuales túnicas de cola blanca y antifaz morado, llevando el escudo de la Corporación e incorporando el cinturón estrecho de esparto.
En esta foto que adjunto, refleja la anterior cruz de guía y la comitiva santacatalinera, permítanme la expresión, con las ya mencionadas y bellísimas túnicas de cola moradas de alpaca. Cruz de Guía austera, de sevillanísimas medidas, y armónica gracia.
Aquí, las filas nazarenas con el hábito que hoy establecen sus reglas, abriendo el cortejo la cruz de Guía,una de las más antiguas de la Semana Santa, cuya traza es similar a la del Gran Poder. La Cruz es tallada y dorada con oro fino con aplicaciones de los atributos de la Pasión, tallados también en madera, dorada y estofada. Corresponde al siglo XVII. En su origen la Cruz no presentaba talla interior, estaba moldurada y los atributos aplicados sobre la Cruz lisa. No procesionaba dado su mal estado. En la década de los años cincuenta, fue restaurada a fondo, tallándose el fondo por Miguel García Camacho, realizando su hermano Manuel el tallado de los elementos pasionistas, los cuales serían estofados por Ricardo Comas Fagundo.
El interior de la Cruz presenta decoración barroca a tono con el estilo del paso del Stmo. Cristo de la Exaltación, y fue dorada y estofada de nuevo, tanto la propia Cruz, como los símbolos pasionales que la rodean por el tallista Manuel Guzmán Bejarano en el año 1973.
Cofradía de Santa Catalina, vulgo Los Caballos, exquisita en su fondo, aristorática en sus formas.
Hoy quiero dedicar este capitulo a una de mis cofradías predilectas, La Exaltación o Los Caballos, esa maestra del buen hacer de las maneras de otros tiempos. Y en concreto a las túnicas que visten sus nazarenos. Y digo visten, porque la túnica “se viste”. La túnica ha de ser al nazareno, lo que al torero supone el vestido de torear. Si se torea sin toro, estando en torero, hay que saber estar en nazareno. Y que mejor ejemplo, que el de la elegancia de las túnicas de esta para mi, ”consentida” corporación.
La Hermandad de la Exaltación vestiría por primera vez en 1871, en su Estación de Penitencia en la tarde del Jueves Santo,las túnicas blancas con antifaces y capas negras. Posteriormente en 1885, efectúa su salida penitencial en la tarde del Viernes Santo, revistiendo sus nazarenos túnicas de cola blanca y antifaz morado, con el escudo de la Corporación.
Tras diecinueve años de inactividad, en 1902 organiza de nuevo su Estación de Penitencia, en la tarde de este Jueves Santo, estrenando sus nazarenos las elegantísimas túnicas de cola morada, confeccionadas en alpaca de seda, ceñidas por cíngulo de seda y oro. En 1946, al igual que lo hiciera en 1885, visten sus nazarenos, las actuales túnicas de cola blanca y antifaz morado, llevando el escudo de la Corporación e incorporando el cinturón estrecho de esparto.
En esta foto que adjunto, refleja la anterior cruz de guía y la comitiva santacatalinera, permítanme la expresión, con las ya mencionadas y bellísimas túnicas de cola moradas de alpaca. Cruz de Guía austera, de sevillanísimas medidas, y armónica gracia.
Aquí, las filas nazarenas con el hábito que hoy establecen sus reglas, abriendo el cortejo la cruz de Guía,una de las más antiguas de la Semana Santa, cuya traza es similar a la del Gran Poder. La Cruz es tallada y dorada con oro fino con aplicaciones de los atributos de la Pasión, tallados también en madera, dorada y estofada. Corresponde al siglo XVII. En su origen la Cruz no presentaba talla interior, estaba moldurada y los atributos aplicados sobre la Cruz lisa. No procesionaba dado su mal estado. En la década de los años cincuenta, fue restaurada a fondo, tallándose el fondo por Miguel García Camacho, realizando su hermano Manuel el tallado de los elementos pasionistas, los cuales serían estofados por Ricardo Comas Fagundo.
El interior de la Cruz presenta decoración barroca a tono con el estilo del paso del Stmo. Cristo de la Exaltación, y fue dorada y estofada de nuevo, tanto la propia Cruz, como los símbolos pasionales que la rodean por el tallista Manuel Guzmán Bejarano en el año 1973.
Cofradía de Santa Catalina, vulgo Los Caballos, exquisita en su fondo, aristorática en sus formas.
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