jueves, 2 de junio de 2011

"EN EL PATIO CABALLOS" (Artículos de opinión e investigación, por Juan Fernández)


JEREZ Y EL SIMPECADO DE LA AMARGURA.

El uso del Simpecado, tras la Defensa de la Concepción Sin Mancha de la Virgen por la Hermandad del Silencio en 1615, se generalizó en las cofradías sevillanas a lo largo del s.XIX con el Dogma ya bien definido, si bien hubo algunas que lo introdujeron durante el reinado de Carlos III al proclamar éste Patrona de España a la Inmaculada.

Es el Simpecado de la Amargura,una de las insignias más conocidas y representativas de la Semana Santa sevillana. A su calidad artistica.se une un gusto y un diseño provinientes de un momento histórico donde los quehaceres estéticos sublimaban por encima de prisas y dinero. Es una pieza única y un referente de cómo deben hacerse las cosas.En este sentido,me atrevería a decir que Sevilla a hecho cofradías que ni ella misma sería capaz de hacer hoy y este Simpecado es buena muestra de ello.

Dicha pieza,diseñada por Antonio Cobos Soto,alma mater de buena parte de la traza del esplendoroso juego de insignias de la corporación,fue magistralmente bordada en 1947 por José Guillermo Carrasquilla. Fue galardonada esta obra con la 1a Medalla de la Sección de Arte Sacro en la Exposición Nacional de Artes Decorativas, en Madrid, el 10 de Junio de 1947.
Pero lo que pocos saben y he aquí la curiosidad que apuntamos, es que hubo otro dibujo debido al propio José Guillermo Carrasquilla, el cuál inicialmente era el que iba a ejecutar la Hermandad de San Juan de La Palma...

Finalmente ésta se decidió por lo esbozado por Cobos Soto, por lo que el proyecto del bordador quedaba descartado. Sin embargo, la cofradía Jerezana del Santo Crucifijo de la Salud ejecuta ese año el diseño del Simpecado de Guillermo Carrasquilla, siendo bordado por Encarnación Perea Guisado. Es de trazado a base de líneas, no basado en la hojarasca.

Lo acompaña una imagen de la Inmaculada, copia también de "La Ciegecita" de Martínez Montañés de la catedral sevillana, realizada en relieve, en madera policromada, también por Sebastián Santos. Fue estrenado en el año 1949 y es denominado como "el tercer paso" de la cofradia por su tamaño e importancia dentro de la misma.

Incluso, en una exposición que se montó en el Alcazar Hispalense sobre la obra de Carrasquilla, éste tuvo a bien el colocar uno frente al otro para que todos pudieran comparar ambas piezas,ya que según el propio bordador, el del Santo Crucifijo era menos "rico", pero de superior categoría.

Vean y juzguen ustedes mismos.

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