EL BESO DE JUDAS.
Francisco Salzillo,uno de los más grandes de la escultura religiosa española de todos los tiempos, labra en 1763 para la cofradía murciana de Jesús Nazareno, un portentoso misterio que reúne en realidad tres momentos: el beso de Judas, la agresión de San Pedro a Malco, y el prendimiento, representado por el soldado que se apresta a actuar.
San Pedro es un prodigio de fuerza, concentrada en su brazo alzado, imagen que parece inspirar el San Pedro de la onubense cofradía del Prendimiento. Cristo y Judas, tallados en el mismo tronco, intercambian un juego de miradas de perfecta complicidad.
La caracterización del apóstol traidor refleja muy a las claras la personalidad del delator: pelirrojo y rizoso, labios gruesos, mirada torva y nariz ganchuda.
Este pasaje,parece que sirve de referencia al imaginero sevillano A. Castillo Lastrucci para ejecutar su obra sobre el mismo tema para la cofradía sevillana del Rocío, si bien el primer proyecto presentado por el artísta, fue modificado por el canónigo D. Eugenio Hernández Bastos, pues antecediendo en la escena al Cristo y a Judas, iban dos soldados romanos que no fueron realizados. Esta composición sí se llevó a efecto sin embargo, para el clasiquísimo y lastrucciano Misterio de la Hermandad de los Panaderos, sita en la calle Orfila.
Pero Lastrucci no sólo parece tener como espejo la meritísima escena salzillesca. Como es costumbre, el maestro sevillano vuelve a acudir a la obra "La Biblia" (1865), del grabador francés Gustave Doré para ilustrar en la madera el pasaje de la corporación de la Iglesia de Santiago.
De hecho, Lastrucci ya había gubiado un misterio similarmente imbuido por esta escena para El Prendimiento de Málaga en 1925.Así, los grabados tomados son "La Traición" y "Jesús y la Mujer adúltera", de donde pueden entresacarse actitudes,composturas y morfologías del Señor y personajes secundarios. En el caso de Judas,el apariciente en el boceto original nos recuerda a una imagen del grabado "Jesús curando a los enfermos".
No podemos obviar tampoco,la influencia que al parecer ejerce en la obra lastrucciana el escultor italiano Ignazio Jacometti, autor de varias obras marmóleas para la Santa Scala de Roma. En este caso "Il Bacio de Iuda Iscariota" (1854). Recordemos, que otra obra suya,"Ecce Homo", nos recuerda profúndamente la composición de la Hermandad de San Benito.
El 21 de mayo de 1957 son contratadas las hechuras de Nuestro Padre Jesús de la Redención y Judas. Terminada la talla en Noviembre de 1957, hasta tres meses después no se recibió la autorización del Palacio Arzobispal para proceder a la bendición, ya que la Comisión Diocesana de Arte debía informar sobre su aptitud para el culto.La imagen tiene una altura de 175 cms. y fue tallada en madera de cedro. El precio de ambas fue de 25.000 pesetas, dando a cuenta 4000. Se entregaron el 28 de marzo de 1958. El 21 de septiembre de ese mismo año fueron encargados los cinco apóstoles que conforman el Misterio, completándose de esta manera todo el conjunto, escena novedosa hasta entonces en la Semana Santa sevillana.
Francisco Salzillo,uno de los más grandes de la escultura religiosa española de todos los tiempos, labra en 1763 para la cofradía murciana de Jesús Nazareno, un portentoso misterio que reúne en realidad tres momentos: el beso de Judas, la agresión de San Pedro a Malco, y el prendimiento, representado por el soldado que se apresta a actuar.
San Pedro es un prodigio de fuerza, concentrada en su brazo alzado, imagen que parece inspirar el San Pedro de la onubense cofradía del Prendimiento. Cristo y Judas, tallados en el mismo tronco, intercambian un juego de miradas de perfecta complicidad.
La caracterización del apóstol traidor refleja muy a las claras la personalidad del delator: pelirrojo y rizoso, labios gruesos, mirada torva y nariz ganchuda.
Este pasaje,parece que sirve de referencia al imaginero sevillano A. Castillo Lastrucci para ejecutar su obra sobre el mismo tema para la cofradía sevillana del Rocío, si bien el primer proyecto presentado por el artísta, fue modificado por el canónigo D. Eugenio Hernández Bastos, pues antecediendo en la escena al Cristo y a Judas, iban dos soldados romanos que no fueron realizados. Esta composición sí se llevó a efecto sin embargo, para el clasiquísimo y lastrucciano Misterio de la Hermandad de los Panaderos, sita en la calle Orfila.
Pero Lastrucci no sólo parece tener como espejo la meritísima escena salzillesca. Como es costumbre, el maestro sevillano vuelve a acudir a la obra "La Biblia" (1865), del grabador francés Gustave Doré para ilustrar en la madera el pasaje de la corporación de la Iglesia de Santiago.
De hecho, Lastrucci ya había gubiado un misterio similarmente imbuido por esta escena para El Prendimiento de Málaga en 1925.Así, los grabados tomados son "La Traición" y "Jesús y la Mujer adúltera", de donde pueden entresacarse actitudes,composturas y morfologías del Señor y personajes secundarios. En el caso de Judas,el apariciente en el boceto original nos recuerda a una imagen del grabado "Jesús curando a los enfermos".
No podemos obviar tampoco,la influencia que al parecer ejerce en la obra lastrucciana el escultor italiano Ignazio Jacometti, autor de varias obras marmóleas para la Santa Scala de Roma. En este caso "Il Bacio de Iuda Iscariota" (1854). Recordemos, que otra obra suya,"Ecce Homo", nos recuerda profúndamente la composición de la Hermandad de San Benito.
El 21 de mayo de 1957 son contratadas las hechuras de Nuestro Padre Jesús de la Redención y Judas. Terminada la talla en Noviembre de 1957, hasta tres meses después no se recibió la autorización del Palacio Arzobispal para proceder a la bendición, ya que la Comisión Diocesana de Arte debía informar sobre su aptitud para el culto.La imagen tiene una altura de 175 cms. y fue tallada en madera de cedro. El precio de ambas fue de 25.000 pesetas, dando a cuenta 4000. Se entregaron el 28 de marzo de 1958. El 21 de septiembre de ese mismo año fueron encargados los cinco apóstoles que conforman el Misterio, completándose de esta manera todo el conjunto, escena novedosa hasta entonces en la Semana Santa sevillana.
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