(Ciclo C)
Señor, seguirte es vivir a la intemperie en muchos momentos.
Perdemos la seguridad de nuestras relaciones sociales y los que más nos aprecian nos aconsejan disimular nuestras convicciones cristianas.
Danos fuerza, Señor, para seguirte.
Señor, quieres que atendamos con esmero a nuestra familia.
Que el servicio y la dedicación a los nuestros no se convierta en pretexto para no implicarnos y no tender una mano a los que nos necesitan.
1º Reyes 19, 16b.19-21.
Salmo 15.
Gálatas 5, 1.13 – 18.
Lucas 9, 51 - 62.
Salmo 15.
Gálatas 5, 1.13 – 18.
Lucas 9, 51 - 62.
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