(Ciclo C)
“El que esté sin pecado que tire la primera piedra”
La grandeza del Corazón de Dios está en su misericordia infinita, en su paciencia que no acaba, en su modo de amarnos.
Nuestras comunidades cristianas han de ser ejemplo de esta forma de actuar: de respeto, de comprensión, de perdón, de amor.
Los largos ratos de oración, junto al Padre, son una buena escuela.
Isaías 43, 16- 21.
Salmo 125.
Filipenses 3, 8-14.
Juan 8, 1-11.
Salmo 125.
Filipenses 3, 8-14.
Juan 8, 1-11.
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